En las venas menores de las hojas se distinguen varios
tipos de células de compañía que difieren en su ultraestructura y en la
frecuencia de conexiones plasmodésmicas con las células vecinas, excepción
hecha del tubo criboso, con el que siempre están profusamente conectadas.
En función de estas características, se distinguen varios
tipos de configuración de las venas menores, en las que el número indica la
cantidad de conexiones simplásticas entre la célula de compañía y las células
de la vaina del haz: tipo 1 (configuración abierta), cuando son numerosas, y
tipo 2 (configuración cerrada), cuando son escasas. Esta configuración de las
venas menores está relacionada con el mecanismo de incorporación de los
azúcares al complejo TC/CC y con su naturaleza.
Las células de compañía de mayor tamaño son las que se
encuentran en la configuración de tipo 1 (abierta). Estas células reciben el
nombre de células intermediarias. Presentan numerosas conexiones plasmodésmicas
con las células de la vaina del haz (más de 10 por
m2),
por lo que se establece una continuidad simplástica entre las células del
mesófilo y los elementos conductores.
![](file:///C:\Users\Admin\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image002.gif)
Otras características citológicas de estas células son sus
paredes lisas, la presencia de numerosos laberintos de retículo endoplasmático
y la ausencia de cloroplastos y de granos de almidón. Las células de compañía
sintetizan rafinosa y otros galactosil-oligosa- cáridos que, junto con la
sacarosa y, en ocasiones, con los polialcoholes, son la forma de transporte de
los azúcares en estas plantas.
La concentración de éstos en el complejo TC/ CC es
ligeramente mayor que en las células del mesófilo. El 80% de las especies con
este tipo de configuración son leñosas, habiéndose hallado, entre otras, en las
familias Oleaceae (p. ej., Fraxinus ornus),
Cucurbitáceas (Cucurbita pepo) y
Lamiaceae (Coleous blumei). En Salix babilónica (Salicaceae), que
presenta este tipo de configuración, sólo se encuentra sacarosa en los tubos
cribosos, y en menor concentración que en el mesófilo. La sacarosa es también
el único azúcar transportado en otras especies con esta configuración, como Vitis vinifera (Vitaceae).
En la configuración de tipo 1-2a (intermedia) se encuentran
células de compañía ordinarias, de paredes lisas, con varias vacuolas y
cloroplastos con membranas tilacoidales. El número de conexiones plasmodésmicas
oscila entre 4 y 8 por
m2.
Generalmente la sacarosa es el azúcar de transporte, y no se acumula en el
complejo TC/CC en concentración mayor que La del mesófilo. Se ha descrito esta
configuración en Gossipium hirsutum
(Malvaceae) y Ricinus communis
(Euphorbiaceae).
![](file:///C:\Users\Admin\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image002.gif)
En la configuración de tipo 2a (cerrada primitiva), las
características estructurales de las células de compañía son similares a las
descritas en las especies del grupo anterior, pero difieren de aquéllas en la
práctica ausencia de conexio¬nes plasmodésmicas con la vaina (menos de 0.1 por
pm2). La mayor parte de las especies de este tipo son herbáceas,
entre ellas el tabaco y la patata (Solanaceae) y la remolacha (Chenopodiaceae).
En la configuración de tipo 2b (cerrada avanzada), las
células de compañía, que reciben el nombre de células de transferencia,
presentan numerosas invaginaciones en la pared, particularmente en las regiones
en las que no están en contacto con el tubo criboso, lo que aumenta la
superficie del plasmalema.
Se ha descrito esta configuración en especies de las
familias Fabaceae (Pisum sativum) y
Asteraceae (Lactuca sativa y Helianthus annuus), Balsaminaceae,
Boraginaceae y Geraniaceae, entre otras. Las especies con una configuración
cerrada transportan sacarosa, que en el lumen de los tubos se encuentra en
mucha mayor concentración que en el mesófilo.
Se ha especulado con el significado evolutivo que pudieran
tener la frecuencia en el número de plasmodesmos y la naturaleza de los azúcares
transportados. Se considera que las configuraciones de tipo intermedio
representarían La situación más primitiva, en que la continuidad simplástica
permitiría el llenado de los tubos cribosos a favor de un gradiente de
concentración de sacarosa, sin que se produzca una acumulación en sentido
estricto.
La acumulación contra un gradiente de concentraciones sería
consecuencia, por un lado, del desarrollo de un metabolismo específico de
síntesis de azúcares en las células de compañía (configuración del tipo 1) y,
por otro, con el aislamiento simplástico del complejo TC/CC (configuraciones de
tipo 2). Este aislamiento simplástico del complejo TC/CC permite la acumulación
de sacarosa en el tubo criboso a mayor concentración que las configuraciones
abiertas. Las formas de los tipos 1 y 2 serían, por tanto, más evolucionadas, y
su aparición sería resultado de dos procesos de evolución diferentes.
Aunque esta hipótesis sobre la evolución de la estructura
del complejo TC/CC es atractiva, está en contradicción con algunas
observaciones experimentales. La relación entre la configuración de las venas
menores y la taxonomía no parece ser estricta. Así, la carga del floema en La
especie Liríodendron tulipifera, que pertenece a la familia primitiva
Magnoíiaceae, se ha descrito como apoplástica, tipo de carga característico de
las venas con aislamiento simplástico y considerado más avanzado.
Por otro lado, en la familia Scrophularíaceae se encuentran
especies con los tres tipos de configuración descritos. Además, en una misma
planta pueden encontrarse al mismo tiempo células de transferencia y células
intermediarias.
La naturaleza de las sustancias que se transportan en el
floema se ha dilucidado analizando su contenido. Como las sustancias son
arrastradas en el lumen del tubo criboso por un flujo de agua, toda sustancia
en solución será transportada. Para determinar su composición, es necesario
disponer de un volumen suficiente de fluido de floema no contaminado.
Como el contenido de los tubos cribosos se encuentra
sometido a una presión positiva, se libera cuando aquéllos se cortan. De este
modo es posible obtener un volumen apreciable de fluido del floema en Fraxinus sp., Ricinus sp., diversas cucurbitáceas y muchas palmas, en las que tal
exudación se mantiene durante algunas horas o incluso días.
En otros casos, el volumen de fluido obtenido es muy
escaso, debido al sellado rápido de los tubos cortados por la acumulación de
proteínas P y la síntesis de calosa. Este sellado puede evitarse aplicando un
agente quelante (p. ej., EDTA) en la superficie de corte, ya que la síntesis de
calosa precisa iones calcio. De este modo, el volumen de exudado obtenido
aumenta considerablemente.
El principal inconveniente de este procedimiento de
obtención es que el fluido recolectado está contaminado por el contenido de
otras células que resultan también afectadas por el corte. Además, el corte del
tubo criboso causa la extravasación rápida de su contenido y, como consecuencia
de ello, una disminución abrupta de la presión de turgencia, lo cual provoca la
entrada de agua desde las células vecinas y la dilución de su contenido, y
posiblemente el arrastre de componentes y orgánulos que, en condiciones de
flujo normales, permanecen fijos, anclados en las paredes Laterales.
Es posible obtener fluido del floema no contaminado por el
contenido de las células vecinas gracias a la colaboración involuntaria de los
áfidos. Estos insectos insertan su estilete (piezas bucales) directamente en el
interior del elemento criboso, y se alimentan del fluido del floema que circula
pasivamente por su tubo digestivo. Si se corta el estilete evitando que el
áfido se mueva, el extremo del estilete continúa exudando durante varios días,
obteniéndose así fluido sin contaminar de un único elemento criboso.
La inserción del estilete no desencadena el mecanismo de
sellado de los tubos cribosos. El volumen de fluido que se obtiene de este modo
es de hasta 5 uL por hora,
cantidad muy pequeña desde el punto de vista analítico, pero considerable desde
el punto de vista celular.
Representa unas 50 000 veces el volumen de un elemento criboso,
lo que significa que éste se rellena nada menos que diez veces por segundo.
Este valor demuestra la eficacia de los elementos cribosos para el transporte
de un fluido en sentido longitudinal.
3. Composición del fluido
del floema
La composición del fluido del floema es muy variable,
dependiendo de la especie, la edad y el estado fisiológico del tejido que se
analiza. Presenta, sin embargo, una serie de características comunes en todos
los casos: un pH próximo a 8, superior al pH del citosol de las células del
parénquima y mucho mayor que el pH del fluido de xilema, que oscila entre 5 y
6; un elevado contenido en materia seca, normalmente entre el 10 y el 25 %; un
bajo peso molecular de las sustancias disueltas, que determina un potencial
osmótico muy negativo de la solución, entre -1 y -3 MPa; y una viscosidad
elevada, hasta dos veces superior a la del agua.
Los azúcares son el componente mayoritario del fluido del
floema, ya que normalmente representan entre el 80 y el 90% de la materia seca
total. En proporciones menores se encuentran proteínas, aminoácidos y amidas,
ácido málico y diversos aniones y cationes inorgánicos.
También
se encuentran fosfatos de nucleótidos, fundamentalmente ADP y ATP y, en
concentraciones muy bajas, diversas hormonas vegetales, entre ellas auxinas,
cito- quininas, giberelinas y ácido abscísico. El marcado isotópico ha
permitido demostrar que la mayor parte de estas sustancias se transporta
realmente en el lumen de los tubos cribosos, pero en algunos casos son
componentes que se movilizan como consecuencia del corte del tubo criboso.
Composición química y
características del exudado de ñoema de Ricinus communis y de Yucca flaccida.
|
Ricinus communis
|
Yucca flaccida
|
Materia seca total (%)
Sacarosa (%)
Azúcares reductores (glucosa + fructosa) (%)
Hexosas-fosfato
Aminoácidos y amidas (molar)
Ureidos
Proteína total (%)
Ácidos orgánicos (mEq L-1)
Fosfato (mEq L-1)
Sulfato (mEq L-1)
Cloruro (mEq L-1)
Nitrato (mEq L-1)
Bicarbonato (mEq L-1)
Potasio (mEq L-1)
Sodio (mEq L-1)
Calcio (mEq L-1)
Magnesio (mEq L-1)
Amonio (mEq L-1)
Auxinas (milimolar)
Giberelinas (milimolar)
Citoquininas (milimolar)
ATP (milimolar)
PH
Conductividad
Potencial osmótico
Viscosidad
|
10-12.5
8.0-10.6
Ausentes
—
0.037
—
0.15-0.22
30-47
7.4-11.4
0.5-1.0
10-19
Ausente
1.7
60-122
2-12
1.0-4.6
9-10
1.6
0.60 x 10'4
0.67 x 10"5
0.52
x 10"4
0.40-0.60
8.0-8.2
1.32
mS-rrT1 (a 18 °C)
-1.42
a -1.52 MPa
1.34
x 10"3 N-s-m"2 (a 20 °C)
|
17.1-19.1
15.0-18.0
0.4-0.8
Trazas
0.05-0.08
Trazas
0.05-0.08
ca. 7.0
|
La sacarosa es, por lo general, el azúcar más abundante (en
ocasiones el único) del fluido del floema. Se encuentran, asimismo, cantidades
variables de azúcares de la serie de rafinosa. Desde el punto de vista
estructural y biosintético, estos azúcares derivan de la sacarosa por la
adición de moléculas de galactosa, y son particularmente abundantes en las
plantas con células intermediarias en las venas de las hojas; en las
cucurbitáceas, la estaquiosa es el azúcar predominante en el floema.
En algunas familias, junto a la sacarosa se transportan
alditoles como el manitol (en la familia Oleaceae), el sorbitol (en especies
leñosas de la familia Rosaceae) o el dulcitol (en Celastraceae).
Una característica de estos compuestos es su carácter no
reductor, ya que los carbonos anoméricos (grupos aldehido y cetona) están
combinados formando un enlace glucosídico. No se encuentran azúcares
reductores, y se considera que las pequeñas cantidades de fructosa y glucosa
detectadas en ocasiones en el fluido del floema proceden de la contaminación de
la muestra o de la hidrólisis de la sacarosa durante la extracción. No se
conoce La razón por la que estos azúcares no se incorporan a los tubos
cribosos.
Estructura
química de los azúcares y algunos hexitoles (manitol y sorbitol) transportados
en el floema. Característica común de estas sustancias es su carácter no
reductor.
En todos los casos se encuentran cantidades variables, pero
significativas, de cationes y aniones inorgánicos. El contenido en cationes es
siempre más elevado, y la solución se equilibra eléctricamente por la
contribución de los aniones orgánicos, particularmente de malato. El catión más
abundante es invariablemente el potasio; su concentración oscila entre 50 y 100
mM, por lo que contribuye significativamente al potencial osmótico del fluido.
En concentraciones menores se encuentran el magnesio y el sodio. El fosfato y
el cloruro son los aniones más abundantes.
La concentración de algunos iones, como el calcio y el
hierro, es siempre muy baja. El ion nitrato, que es la forma en que se
transporta el nitrógeno en el xilema de mucha; plantas, no se incorpora al
floema.
En el fluido del floema se encuentra gran número de
aminoácidos. Los más abundantes son el glutamato y el aspartato, bien en forma
libre o como amidas (glutamina y asparagina). Ésta es también la forma en que
se transporta el nitrógeno en el xilema de muchas especies.
El contenido en aminoácidos del fluido del floema varía
ampliamente según la especie y el estado de desarrollo. Normalmente, su
concentración oscila entre el 0.2 y el 0.5%, pero durante la senescencia de las
hojas puede aumentar hasta el 5%.
El contenido de proteínas en el exudado del floema oscila
entre 0.2 y 2 gramos por litro. Los valores más elevados corresponden a los
exudados de Cucurbita, Ricinus y Lupinus, especies en las que se ha realizado
gran parte de los estudios de caracterización.
Al principio se consideraba que estas proteínas, o al menos
algunas (entre ellas las proteínas P), no se movían en los tubos cribosos, y
que su presencia en el exudado era consecuencia del aumento brusco de velocidad
que se produce al cortarlos para obtener el contenido. Su presencia en los
exudados obtenidos utilizando estiletes de áfidos, sistema que apenas altera la
velocidad del transporte, y la comprobación de que las proteínas P pasan a
través del injerto entre especies diferentes de Cucurbitaceae, demuestra que se
transportan.
Se encuentran entre 100 y 200 moléculas de proteína
diferentes, que tienen un significado muy diverso. Entre ellas hay proteínas
estructurales (proteínas P), como se ha indicado anteriormente, que bloquean
los tubos cribosos dañados, proceso que depende del calcio, diversas enzimas
relacionadas con el metabolismo de los carbohidratos (sintetasa de sacarosa,
deshidrogenasa de manitol, etc.) y diversas proteínas de mantenimiento. En este
grupo se incluye un sistema de protección oxidativa (tiorredoxina-h, reductasa
de glutatión, Cu/Zn superóxido dismutasa, peroxidasa) y varios inhibidores de
proteasas.
Las proteínas que se encuentran en los elementos cribosos
se sintetizan en las células de compañía y se incorporan al tubo criboso por
los plasmodesmos. En algunos casos, la incorporación a los tubos cribosos es un
proceso regulado, y el movimiento en los plasmodesmos puede estar asistido por
una proteína acompañante (chaperone).
Otras proteínas, por el contrario, pueden entrar de modo no
regulado por difusión en los mismos plasmodesmos. Este movimiento de difusión
sería facilitado por la presencia de algunas proteínas del floema, que son
capaces de abrir los poros aumentando el límite de exclusión molecular hasta un
valor en el rango de 20-40 kDa.
En el fluido del floema se encuentran más de 1500 moléculas
distintas de mRNA, así como varios millares de moléculas de RNA de pequeño
tamaño.
Las moléculas de mRNA presentes en el floema se sintetizan
en las células de compañía, y son transportadas al tubo criboso por los
plasmodesmos asistidas por proteínas; en el tubo criboso, estas moléculas de
RNA serían estables, ya que la actividad ribonucleasa es muy baja.
Entre los transcriptos identificados se encuentra el del
transportador de sacarosa SUT1, así como transcriptos de genes que controlan el
ciclo celular, de reguladores transcripcionales y de respuesta a Las fitohormonas.
Por otra parte, no deben ejercer una función reguladora en
su metabolismo, dado que los tubos cribosos adultos carecen de ribosomas y, por
tanto, son incapaces de sintetizar proteínas.
Las moléculas de RNA de pequeño tamaño tienen un tamaño de
entre 19 y 25 nucleótidos, y forman una población muy heterogénea y dinámica.
Se encuentran moléculas de mi-RNA (micro RNAs), y de si-RNA (small interferíng
RNAs).
Estos dos grupos de moléculas, que difieren en sus
precursores y biogénesis, se unen a proteínas formando complejos que reprimen
la expresión génica. Las moléculas de mi-RNA afectan a la producción de
factores de transcripción y de otras proteínas reguladoras, alterando de este
modo el desarrollo.
Las moléculas de si-RNA están implicadas en la defensa
frente a las infecciones. Junto a éstas, se encuentran otras moléculas de RNA
de significado desconocido.
Algunas moléculas orgánicas de síntesis se incorporan al
tubo criboso y se distribuyen de este modo por la planta. Entre ellas se
encuentran sustancias con efecto herbicida o plaguicida que, por el hecho de
transportarse en el floema, reciben el nombre de sistémicas.
También se han detectado partículas virales. El floema es,
en muchos casos, la vía de expansión de los virus en la planta.
4. EL MOVIMIENTO DE
FOTOASIMILADOS. FUENTES Y SUMIDEROS
El transporte en el floema tiene lugar desde las fuentes a
los sumideros.
Las fuentes son órganos en los que los azúcares se
incorporan al tubo criboso. Ello implica la síntesis de formas de transporte,
comúnmente sacarosa, y la disponibilidad de carbohidratos en cantidad superior
a la necesaria para cubrir las necesidades metabólicas. Los carbohidratos
pueden proceder directamente de la fotosíntesis (p. ej., en las hojas adultas)
o de la movilización de reservas acumuladas anteriormente.
Los sumideros son órganos «importadores» de carbohidratos,
en los que se produce la salida de azúcares del tubo criboso. Estos azúcares
pueden ser utilizados en el metabolismo y el crecimiento (sumideros
consuntivos) o almacenarse como reservas (sumideros de almacenamiento).
En algunos sumideros, las reservas tienen la misma estructura
química que el azúcar de transporte. Son ejemplos de ello muchos frutos, los
entrenudos de la caña de azúcar y la raíz napiforme de la remolacha, que
acumulan grandes cantidades de sacarosa.
En otros casos, las sustancias acumuladas son diferentes a
la forma de transporte, y pueden ser de menor peso molecular (la glucosa es el
azúcar más abundante del fruto de la vid) o de peso molecular más elevado (el
almidón es la forma de almacenamiento en los tubérculos de la patata y en los
cotiledones y el endospermo de muchas semillas).
El hecho de que en algunos casos el transporte tenga lugar
hacia órganos con una concentración de sacarosa superior a la de los órganos
fuente (las hojas) demuestra que, más que la concentración, es la capacidad
para acumular o tomar azúcares de los tubos cribosos el factor que determina
que un órgano se comporte como fuente o como sumidero.
Durante las etapas iniciales de su formación, todos los
órganos actúan como sumideros, y su desarrollo depende de los carbohidratos que
reciben del resto de la planta. Después, algunos órganos pasan a comportarse
como fuentes, convirtiéndose en exportadores netos de carbohidratos. Otros
órganos, por el contrario, nunca llegan a ser fuente: son los llamados
sumideros irreversibles. Los frutos constituyen un ejemplo característico de
este comportamiento. A pesar del elevado contenido en sacarosa de muchos de
ellos, ésta no puede ser recuperada por la planta madre en ninguna
circunstancia.
La transición de sumidero a fuente ha sido bien estudiada
en las hojas. En las hojas simples de las dicotiledóneas, dicha transición se
inicia cuando la hoja no ha completado aún su expansión. Inicialmente, las
regiones marginales de la hoja, de más edad, comienzan a exportar azúcares,
mientras que las zonas basales, más jóvenes, actúan todavía como sumideros.
En estos momentos, esas regiones reciben azúcares tanto
desde las zonas marginales como, a través del pecíolo, del resto de la planta.
Cuando la hoja alcanza una superficie de aproximadamente la mitad de la
definitiva, se completa la transición y la hoja se convierte en exportadora
neta. Esta transición implica cambios bioquímicos y estructurales.
Aumenta la actividad de las enzimas que sintetizan sacarosa
y disminuye la de las enzimas degradativas. Por tanto, se produce un aumento de
la concentración de ese azúcar. Al mismo tiempo, se origina un cambio en el
comportamiento del floema, que acumula sacarosa en vez de liberarla, lo que en
muchos casos coincide con el aislamiento simplástico de los tubos cribosos.
Un proceso semejante tiene lugar en la raíz napiforme de
muchas plantas bienales. Durante el primer año, de crecimiento vegetativo,
estas plantas acumulan carbohidratos de reserva en la raíz. Durante el segundo
año, en el que tienen lugar la floración y la fructificación, los carbohidratos
de la raíz se movilizan hacia el tallo.
Estos cambios en el comportamiento se traducen en cambios
en el sentido del transporte. En el tallo de tas plantas bienales, es basípeto
(del tallo hacia la raíz) durante el primer año y acrópeto (de la raíz hacia el
tallo) durante el segundo.
En el pecíolo de las hojas se observa un cambio similar en
el sentido del transporte ligado al desarrollo, inicialmente hacia la lámina y
posteriormente hacia el tallo. No existe, pues, una polaridad en el transporte
del floema.
2.2. Las relaciones entre
fuentes y sumideros dependen de la distancia y de las conexiones vasculares
El movimiento de los fotoasimilados en la planta viene
determinado por la situación de las fuentes y los sumideros. En general, los
sumideros son alimentados desde las fuentes más próximas; así, los ápices
caulares y las hojas en desarrollo reciben la mayor parte de los metabolitos
desde las hojas situadas en la región apical del vástago, mientras que las
raíces tos reciben desde tas hojas más basales. Las hojas situadas en las
regiones centrales del tallo exportan tanto hacia el ápice de éste como hacia
las raíces.
Ello determina que el movimiento neto de los azúcares sea
acrópeto en las regiones apicales y basípeto en las basales. Los flujos de
transporte cambian durante la ontogenia de la planta al hacerlo la posición de
las fuentes y los sumideros, y pueden ser manipulados experimentalmente. De
este modo, la ablación de las hojas de la región apical del tallo aumenta el
transporte hacia el ápice desde Las hojas situadas en posición más basal.
Cuando se presenta una hoja adulta próxima al ápice del
tallo con 14C02, los azúcares marcados se acumulan en los
primordios foliares del mismo ortóstico y de ortósticos vecinos, pero apenas en
los primordios formados en la parte opuesta del tallo.
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